Como ayudaralos a gestionar sus emociones...

Muchas veces la vida nos sorprende con pocos recursos para gestionar lo que nos sucede. A veces por juventud, otras porque simplemente no disponemos de herramientas para hacerlo, tengamos la edad que tengamos.
Esconder, reprimir o minimizar lo que sentimos, hacernos los fuertes o no buscar ayuda cuando la necesitamos son algunos de los mecanismos menos sanos a los solemos recurrir frecuentemente.
EXPRESAR LAS EMOCIONES
A veces nos empeñamos en ignorar o esconder nuestras emociones por no estar bien vistas o porque nos hacen sentir «malos» Nos esforzamos en luchar contra situaciones que no podemos cambiar y nos perdemos en esa inútil y agotadora batalla. También ocultamos y rechazamos aquellas partes de nosotros menos «bonitas»... y todo eso, inevitablemente, nos lleva al sufrimiento.
Hasta que no se de una aceptación de lo que no estamos queriendo ver, no podremos ocuparnos de nosotros mismos e incrementaremos el dolor que, por otro lado, intentamos evitar.
Aceptar implica responsabilizarnos de lo que nos sucede. Cuando aceptamos nuestras emociones, podemos atenderlas, transitarlas, expresarlas y finalmente, vaciarnos de ellas. Cuando aceptamos una situación que no podemos cambiar, podemos empezar a ocuparnos de vivirla de la manera más sana y consciente posible. Cuando reconocemos nuestra parte menos bonita, podemos aceptarnos tal y como realmente somos.
Sólo después de reconocer y emociones, pueden finalmente aceptar.
La aceptación de una circunstancia dolorosa sólo puede llegar después de hacernos conscientes, expresar y descargar las emociones que nos provoca. Cualquier otra vía que pretenda evitar lo real, la verdad de lo que sentimos, sólo será un atajo mental que nos llevará hacia el malestar y la acumulación de temas pendientes en nuestra mochila, esta que cargamos...
Aqui te dejo este enlace de un bonito video de como los niños explican como sienten el enojo y como lo manejan con la respiración
Nunca es tarde para reconciliarnos con todas nuestras emociones. Un mayor conocimiento de lo que sentimos y de cómo hacer una gestión saludable de ello, nos permitirá vivir una vida más serena, equilibrada y consciente, y será un regalo de gran valor que nos haremos a nosotrxs mismxs y también a nuestrxs hijxs.

1- Lo primero, es hacer con que el niño o niña tenga conciencia de sus emociones negativas. Es necesario identificar cada una de estas emociones y tenerlas como algo que nos puede hacer mucho daño. Habla con tu hijo, comparte tus emociones con él y explícale cómo intentas controlarlas.
2- Para enseñar a los niños a controlarlas también es necesario que se orienten a los pequeños a entenderlas. ¿Por qué tengo miedo?, ¿Por qué estoy sudando tanto sólo para hablar en alto en el aula? Nada mejor que ellos la detecten y busquen el por qué de sus emociones.
3- Es importante enseñar al niño que no hay una razón justificable para que estas emociones les paralicen o les impidan de hacer algo que quiere y desea. Que hay que combatirlas cada vez que aparezcan y no dejarlas que le dominen.
4- Poner la transformación en acción. Es decir, en lugar de sentirse inseguro, mejor alimentar su autoestima y armarse de valor; en lugar de tener miedo, mejor enfrentarse a ello con fuerza, fe y determinación; en lugar de sentirse ansioso, mejor concentrarse en vivir bien el momento presente; en lugar de desear lo que los demás tienen, mejor felicitarles por tenerlo.
Y asi como estos tips que pueden ser de gran ayuda podrás encontrar, leer varios artículos. Yo te invito a ti como adulto a empezar a darle un lugar a todas pero a cada una de tus emociones en tu vida, a no invalidar NINGUNA una vez hecho esto contigo como persona madura y adulta sera el ejemplo que necesita el niño para tener herramientas emocionales fuertes.
G.M Ana Lucia Urrutia Silva.